TRASTORNOS SEXUALES EN EL HOMBRE


¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DE LA ERECCIÓN?
Los trastornos de la erección son aquellos que por, alguna causa, interfieren en el desarrollo de la fase de excitación, interrumpiendo la respuesta sexual.
En el varón se caracteriza fundamentalmente por la ausencia de erección en el pene o por la pérdida parcial o total de dicha erección una vez conseguida. En la mujer se caracteriza por la ausencia de tumescencia vulvar y lubricación vaginal, con las consiguientes molestias en el coito.
Estos trastornos han sido más estudiados en los hombres que en las mujeres debido, seguramente, a la importancia cultural que se le ha concedido al coito reproductor como única practica sexual socialmente aceptada y valorada y al pene como el principal y único instrumento anatómico sexual viril para la relación sexual. La casuística no recoge apenas casos de trastornos de la excitación en mujeres, salvo aquellos de causas orgánicas o en situaciones de menopausia o postmenopausia. De ahí que se haga una identificación entre trastornos de la excitación y problemas de erección en el hombre y que los estudios se enfoquen desde un criterio masculino.

Diversos autores han estudio este grupo de dificultades sexuales centradas en los problemas de la erección. Así, para Masters y Johnson, la “impotencia” (concepto que no se utiliza en la actualidad), es la incapacidad de lograr o mantener una erección suficientemente firme para permitir que se inicie o se complete una relación sexual con coito. Para Helen Singer Kaplan, se trata un bloqueo de la erección del pene. Esta autora recomienda la utilización del término de “Disfunción Erectiva”, y no “Impotencia”, por lo peyorativo e inadecuado de este último término. Siguiendo a Kaplan, plantea que, específicamente, los mecanismos reflejos vasculares son incapaces de bombear suficiente sangre a los senos cavernosos del pene para hacer que se haga firme y erecto. Cuando la erección se ha logrado, una intensa reacción del Sistema Nerviosos Simpático (por angustia o miedo) drenan la sangre provocando la caída de la excitación.

PROBLEMAS DE ERECCIÓN
  •  Masters y Johnson
 “La impotencia es la incapacidad de lograr o mantener una erección suficientemente firme para permitir que se inicie o se complete una relación sexual con coito”.
  • Helen Singer Kaplan
 “La Disfunción Eréctil es básicamente un bloqueo de la erección del pene. Los mecanismos reflejos vasculares son incapaces de bombear suficiente sangre a los senos cavernosos del pene para hacer que se haga firme y erecto. Cuando la erección se ha logrado, una intensa reacción del Simpático (por angustia o miedo) drenan la sangre provocando la caída de la excitación”.
  • AL-GARAIA
 “Los trastornos de la excitación, que preferimos denominar problemas de erección por su carácter eminentemente descriptivo, son aquellos que por alguna causa bio-psico-social interfieren en el desarrollo de la fase de excitación, interrumpiendo la respuesta sexual en el hombre”.
 Muchos de los mitos en torno a la sexualidad masculina se relacionan de forma clara y directa con la incomprensión de los mecanismos básicos de la anatomía y fisiología de la respuesta sexual y genital de los varones. La capacidad de gozar de muchos hombres se ve bloqueada en relación directa a la existencia de creencias erróneas del tipo:
 1) En una relación sexual debe darse siempre una erección;
2) Esta erección debe ser instantánea desde un principio;
3) Este erección debe mantenerse durante toda la relación sexual;
4) La erección debe terminar siempre en una eyaculación;
5) Todo esto debe producirse independientemente de dónde tenga lugar el encuentro sexual y de los factores externos que puedan interferir o resultar molestos.

Desde el mito del tamaño del pene hasta el de la erección instantánea, hoy por hoy son muchos los hombres que sufren una presión cultural que les empuja a responder sexualmente a la manera que se supone deberían hacerlo. Para muchos hombres, descubrir que el placer sexual no sólo pasa, de forma obligatoria, por sus genitales y por el orgasmo, ha significado asomarse a todo un mundo de posibilidades eróticas, así como un enriquecimiento de sus propias sexualidades.
  •   CAUSAS MÁS FRECUENTES.
 Los problemas de erección en el hombre se pueden deber a factores físicos o psicológicos. En los pacientes no necesariamente está siempre alterado el deseo, todo lo contrario, la mayoría de los pacientes aquejados de problemas de erección mantienen un alto nivel de deseo sexual y su angustia viene originada por la dificultad de expresar su deseo a través de la conducta coital, debido precisamente a su problemática.
 Sin embargo, el deseo puede verse afectado cuando el trastorno de la excitación se ha convertido en crónico y no se le encuentran salidas. Por otro lado, también puede mantener intacta su fase orgásmica, con lo cual hay hombres que pueden eyacular sin erección, dado que los reflejos de erección y de eyaculación son neurofisiológicamente distintos.
 El que la mayoría de los pacientes que padecen de disfunción erectiva no tengan orgasmo de debe principalmente a que la frustración generada por la ausencia de erección y la imposibilidad de realizar el coito, les inhibe para seguir con la relación sexual y por lo tanto no se permiten llegar a la fase orgásmica con la consiguiente eyaculación.
 Las causas de tipo psicológico son las más frecuentes. La ANSIEDAD es, a menudo, la causa que bloquea el momento de la erección. Puesto que el aspecto concreto del acto sexual que produce ansiedad difiere de un paciente a otro, se da una amplia gama de variaciones en las manifestaciones de la disfunción erectiva. Algunos hombres no pueden alcanzar una erección durante las fases anteriores del coito. Otros alcanzan fácilmente la erección, pero la pierden y el pene se hace flácido en diversos puntos específicos del ciclo de la respuesta sexual, como en el momento de la penetración, o inmediatamente después de ella, o durante el coito.

Otros hombres comunican problemas de erección durante el coito, pero pueden mantener la erección por la manipulación del pene, sea bucal o manualmente, o estando vestidos, pero se presenta la flacidez en tanto y cuanto se expone al pene a su pareja. Hay algunos que tienen erección en las fases previas al coito cuando son conscientes de la posibilidad de realizar dicho acto, pero pierden su erección cuando la penetración es inminente y, no solamente eso, sino esperado. Otros sólo pueden tener erección si es la mujer la que domina la situación sexual, mientras que otros la pierden cuando es la mujer la que toma el control.
 La ANGUSTIA o ansiedad grave se activa durante el coito o ante la idea de la inminencia del mismo. Es la angustia la que influye en los mecanismos fisiológicos de la respuesta sexual en su fase de excitación impidiendo la relajación necesaria para que la erección y la tumescencia se produzcan.

La ANSIEDAD se puede concretar en miedo al fracaso sexual o la repetición de una experiencia sexual frustrante, aunque pueden existir otros factores como la falta de estimulación adecuada, la excesiva pasividad de la pareja, la monotonía en los juegos eróticos, etc.

  • TRATAMIENTO DE LOS PROBLEMAS DE ERECCIÓN.
 Cuando el problema se origina por una causa biológica u orgánica, la instauración y la progresión de dicho problema es progresiva , en cambio, cuando es de origen psicógeno suele presentarse de forma súbita e inesperada, siendo capaz el paciente de indicarnos incluso la fecha de la aparición.
 No obstante es importante reseñar que en algunos procesos somáticos, sea de origen traumático o neurológico , o de forma inducida por el uso de algún fármaco, pueden ser los causantes de una aparición inmediata de problemas de erección por lo que se debe diferenciar perfectamente de las de origen psicógeno y hacer el diagnóstico diferencial adecuado.
 Es recomendable realizar una revisión médica que pueda detectar y, en la mayoría de los casos, descartar la causa orgánica. Cuando por el examen físico no se encuentra causa metabólica, neurológica o vascular suficiente para provocar los problemas de la erección, se determinará que el origen de la disfunción es de origen psíquico y es necesaria la terapia sexual por un especialista no médico.
 Es necesario saber si los pacientes están tomando algún tipo de medicación, por si la misma contribuyese a la disfunción en cuestión. Así como si está atravesando un momento vital difícil, especialmente estresante o si presenta un cuadro de tipo depresivo. Todo esto pude estar influyendo de forma directa en los trastornos de la erección e interfiriendo en la respuesta sexual masculina.
 Cada caso o situación personal es diferente y se debe consultar con el especialista que sabrá atenderle de forma personalizada y adecuada a sus circunstancias específicas.
Los métodos de tratamiento y terapia sexual de las disfunciones erectivas dependen mucho de los datos de la historia clínica de cada caso. Aunque se puede decir que uno de los problemas más importantes en esta disfunción es el TEMOR a la actuación sexua, como habíamos auntado antes, en dicho caso existe como fondo un gran problema: LA ANSIEDAD, siendo ésta la primera responsable de conseguir o mantener una erección ya que bien ocasionada porque el individuo eleva su NIVEL DE EXIGENCIA.

LA EYACULACIÓN PRECOZ

1. QUÉ ES LA “EYACULACIÓN PRECOZ”?
La “Eyaculación Precoz” puede definirse como un problema sexual de muchos hombres que afecta a su fase de orgasmo y se caracteriza por una falta de control sobre el momento de su eyaculación. Normalmente sucede en el momento inmediatamente posterior al coito con la consiguiente frustración sexual para el hombre y para la mujer. Por esta causa, preferimos denominarlo “PROBLEMAS DE CONTROL EYACULATORIO”, término que utilizaremos en adelante y que abarca también situaciones donde no es posible eyacular dentro de la vagina durante el coito y que comúnmente se entiende por “eyaculación retardada”.

De hecho, los problemas de control eyaculatorio son una de las situaciones sexuales más frecuentes en los hombres y de las más se quejan las mujeres puesto que suele significar la interrupción brusca de una situación sexual placentera, con la consiguiente frustración.
Podemos definir la eyaculación como un fenómeno reflejo de naturaleza psicosomática. En el hombre, la expulsión del esperma está ligada y generalmente acompaña a la vivencia orgásmica.

En la eyaculación propiamente dicha, se expulsa el esperma a través de las vías genitales, debido a la estimulación erógena. Durante esta emisión se producen unas sensaciones placenteras que duran el tiempo del momento eyaculatorio para terminar en una sensación de saciedad sexual característica del periodo refractario o posterior al orgasmo masculino.
El modelo de sexualidad occidental centrado en el rendimiento genital y no en la búsqueda de relaciones placenteras donde el objetivo final sea el disfrute de los sentidos, lleva a muchos hombres a niveles de ansiedad importantes relacionados con la relación sexual y provocan problemas en su respuesta sexual del tipo falta de control de la eyaculación. Este modelo de sexualidad coital puede ser muy destructivo para la sexualidad masculina y femenina (al final ambos pagamos un precio de insatisfacción).

Mientras los hombres sigan pensando que el coito es la única y más placentera forma de expresión sexual y que la penetración es la expresión de la virilidad masculina, o que el placer de la mujer depende de la pericia del hombre, y que debe satisfacerla a través del coito...se seguirá produciendo ANSIEDAD por el rendimiento o resultados del encuentro sexual y es fácil que algo no vaya como debe.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir, en función de nuestra experiencia, que la dificultad que los hombres tienen para ESTAR EN CONTACTO CON SU CUERPO y con sus necesidades sexuales no favorece en nada una vivencia placentera de su sexualidad y sí significa un factor de alto riesgo asociado a trastornos en su respuesta sexual, especialmente al control del momento de la eyaculación.También significa un desconocimiento importante de la sexualidad de las mujeres y de sus necesidades eróticas al respecto.

CAUSAS DE LA “EYACULACIÓN PRECOZ”
Podemos apuntar las siguientes causas más frecuentes asociadas a esta problemática:
1. Causas de tipo socio-cultural
  • Ideología machista.
  • Sexualidad exigente y no placentera centrada en el rendimiento.
  • Fantasía del orgasmo simultáneo.
  • Disociación entre sexualidad y cuerpo.
  • Rol del espectador.
2. Causas debidas a un Aprendizaje incorrecto:
  • Masturbaciones rápidas por miedo a ser descubierto.
  • Primeras relaciones sexuales rápidas por miedo a ser sorprendidos.
  • Estimulación inadecuada.
  • Práctica prolongada del coito interrumpido
  • Pasividad excesiva por parte de la pareja.
En la inmensa mayoría de los casos de dificultad de control de la eyaculación se dan causas evidentes relacionadas con un mal aprendizaje sexual y con la ansiedad que impide el abandono y el contacto con el propio cuerpo, reconociendo y aceptando las necesidades sexuales masculinas. Esto lleva, por lo general, a la creación de una expectativa de fracaso y a la instauración del “rol del espectador” en el hombre. El círculo vicioso ansiedad-expectativa de fracaso-vivencia negativa-ansiedad se cierra y se convierte en un problema insoluble sin ayuda terapéutica en muchos de los casos.
Por lo general, los hombres que demandan ayuda terapeútica para solucionar este trastorno, manifiestan haber intentado estrategias “caseras” que resultaron ser en todo caso inadecuadas, como por ejemplo:
  • Uso de preservativos.
  • Uso de pomadas anestésicas en el pene.
  • Ingesta de alcohol o sedantes.
  • Masturbarse antes del coito.
  • Duchas frías previas a la relación sexual.
  • Autoinfringirse dolor durante el coito.
  • Pensar en otra cosa no sexual o de contenido desagradable.
  • Repetir la relación sexual coital.
ESTOS TRUCOS SON ABSOLUTAMENTE INADECUADOS pues la solución reside en justamente lo contrario: reconocer las sensaciones sexuales que anteceden a la eyaculación para poder controlar ese momento y poder alargarlo.

TRATAMIENTO DE LOS PROBLEMAS DE CONTROL EYACULATORIO
Habitualmente demuestra mucha eficacia el tratamiento centrado en la identificación de las sensaciones premonitorias del orgasmo. Plantea que la causa fundamental de este trastorno sexual es debido a que el hombre no percibe con claridad estas sensaciones.

Las tareas que se sugieren son, en resumen, lo que sigue: los primeros días la pareja realiza juegos eróticos hasta que el hombre alcanza la erección. Luego, el hombre yace boca arriba mientras la pareja le estimula el pene. Tan pronto como experimenta las sensaciones pre-orgásmicas, le pide a su pareja que suspenda la estimulación. Observará que las sensaciones desaparecen a los poco segundos y, antes de perder la erección, vuelve a reanudarse la estimulación, para suspenderla de nuevo justo antes de alcanzar el orgasmo. La pareja debe repetir el proceso varias veces más antes de permitirse concluir en un orgasmo.

Si este ejercicio se realiza correctamente durante varias sesiones seguidas, el hombre percibirá que va adquiriendo un mejor control sobre el momento de su orgasmo y esto facilitará su control durante el coito.Evidentemente no todo es tan sencillo como parece y cada caso requerirá de ayuda individualizada, así como de la adaptación de las sugerencias terapéuticas a las circunstancias personales del hombre que sufre de este trastorno y a la pareja en su conjunto, para superar esta dificultad sexual. Así mismo existen otra serie de indicaciones terapeúticas diferentes a aplicar según el tipo de diagnóstico establecido y que el profesional de la sexología indicará en su momento